Homenajes, por Raúl Nulhem

La siguiente carta fue enviada al correo de lectores de la revista "La mano", Nº 29. 
Tiene mucho humor negro, y algunos nombres que exeden a mi generación, asique el que lo
quiera apreciar, tendrá que conocer la historia del rock, o en su defecto, buscar en gogle quién
es quién y cómo murió.

Qué tal amigos vieron que con esto de las pérdidas en el mundo del rock empezaron a proliferar los homenajes. Me llama un amigo el otro día y me dice: Mirá, es simple, si querés tomarte unos vinitos andá al de Oscar, si querés unas pepas andá al de Syd, pero ojo si vas al de Freddy que te rompen el orto. ¡Bueno entonces vayamos al de Miguelito, que es tenedor libre! O sino podemos pasar primero 
por el de Bob y cuando pinta el bajón nos vamos para el de Mama Cass que seguro hay 
sanguchitos. Al de Jim no da, es para bardo. Al que estaría bueno ir si el tiempo acompaña es 
al de Brian, que hay pileta libre.Pero en el quemejor se come la carne asada es en el de Gram
 Parsons. ¡Ah! El año pasado fuí al de Jimi, nada, fue un vómito y para llegar al de Tanguito 
tenés que esperar que pase el tren.